jueves, 8 de abril de 2010

MI CAMINO DE LUZ


Para encontrar el camino de la luz,
yo tuve que cargar mi propia cruz,
arrastrarme con ella y darme cuenta,
lo difícil que era sostenerla...
Las heridas que brotaban de mi alma,
fui llevando por un largo camino
sin rumbo, sin control divino,
en busca de la paz y de la calma.
No fue fácil seguir porque el sendero,
oscuro y tenebroso me asustaba,
un abismo, a mis pies, se presentaba,
tratando que cayera en un agujero.
Un pozo de dolores de mi mente ,
que se fue abriendo lentamente,
explotando en recuerdos ya borrados
que fluían dolorosos y asustados.
Más debía seguir por el camino,
aunque, en ello, perdiera media vida;
no podía escapar porque, en la huída,
estaba yo jugándome el destino.
Lastimada y llorosa; acorralada
por un tiempo que fue casi inhumano,
sin que nadie me tendiera una mano
para sentir que estaba acompañada.
Y de pronto una luz casi sin vida
apreció ante mí tímidamente
se coló por mi piel, curó mi herida
y pude caminar mirando al frente.
Yo sola lo logré, nada les debo
a aquellos que estuvieron tan ausentes
yo sola lo logré, curiosamente
hoy sé que puedo comenzar de nuevo.
ODY

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