AUNQUE LEJOS ESTES...
El ayer me confunde, me succiona, me oprime la garganta. Allí se atascaron mis palabras, los fragmentos de un pasado turbulento que lanza sus últimos alaridos de madrugada, quejidos lastimeros, con un ensordecedor eco que asustaba.
Delante una pared sin pintar, de cemento. Ya no te puedo atrapar, no la puedo traspasar, sin ropa, sin ganas, van chocando mis lamentos. Se consume la calidez de tu cuerpo que ayer me embriagaba, se deshacen los susurros de una voz que no callaba, que rechinan un te quiero y no puedo, una despedida, una balada.
Si no me queda tinta para expresarte con palabras mi dolor, Mi desilusión. Si los hilos no consiguen bordar razones que puedan disfrazarme cada día para camuflarme de mi alrededor. Hoy pienso mas no razono y las hojas del cuento siguen pasando, a un ritmo veloz, salteando inviernos, quitando segundos del reloj.
Si ayer fuimos sólo uno y hoy sólo somos dos.
En mi lecho duermen hojas secas que olvidaron cómo alzarse con el viento y me tapan cuando sueño. También tengo cascabeles colgados de cada uno de tus recuerdos que se mueven a mi paso, al ritmo de mis pies, por estos laberintos sin atajo.
Puede que en otra vida me tomaras de la mano, que en otro sueño podamos amarnos y encender una luna para que nunca nos atrape la oscuridad con su manto. Puede morir el sol de pena y marchitar estos campos, puede el mar secarse y el fuego de esta pasión dejarme helada. Puede que te jure amor eterno y me cruce de brazos y puede que te deje marchar y nunca se cierren mis heridas. Si nada es predecible en esta vida también podrá morir el llanto, algún día, cuando parezca que todo está perdido, cuando el cielo se torne nublado.
Entre tu vida y la mía existe un abismo que, a veces, nos une y otras nos separa, curioso destino que como en un rompecabezas a veces faltan piezas y como en un desierto sólo hallamos espejismos.
Este dolor de cabeza, las yagas de mis pies, esta dulce condena de tenerte sin que estés.
Aún voy dando saltos de dos en dos por tus escaleras con el miedo de caer, aún cuelgo el abrigo de tu piel en mi perchero por si hace frío, por si hay tormenta, por si me quiero esconder.
Ahora me escapo por las ventanas buscando una nube donde arrojar lágrimas sin que me vean, para que crezcan las flores y aceleren la primavera.
Porque nunca será como hoy, porque siempre será como mañana.
Mientras nos queden suspiros seguiré anhelando aquel que te de aliento en los momentos oscuros. Mientras nos queden atardeceres seguiré soñando con un nuevo amanecer.
El ayer me está pidiendo una tregua pero no se la daré, sólo a cambio de que recuperes la sonrisa, aquella que me enseñó que las palabras sobran, la que me impulsó, la que me ayudo a crecer. Sólo quiero que tus ojos tristes iluminen más que las estrellas, que recuperen esa chispa que prendían mi alma, porque lejos o cerca, siempre te querré.
A veces sólo consigo susurrar lo que siento cuando todos hablan a la vez.
jamas te dejare de amar..dulce amor mio aunque lejos estes!
Ody
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